Fue un verdadero placer trabajar con esta pareja. Con Carmen y José Miguel todo fue muy sencillo y desde esta sesión de preboda pude conocerlos mejor y ver una bonita relación llena de complicidad y amor.

Fuimos al Pantano del Cascajoso y vino también una invitada muy especial, su perrita que no quiso perderse esta tarde de paseo en la que me dejaron tomar fotografías y acompañarlos hasta que el sol se fue ocultando y dejándonos una luz increíble.