Ir a Belalcázar es siempre un placer. Un pueblo bonito con gente muy acogedora y amable que sabe bien como celebrar sus eventos y días especiales. En este caso no podía ser de otra manera, en la boda de Sara y Alberto tanto familiares y amigos pasaron un día espectacular y nos hicieron pasar a todos un buen día lleno de emociones, sorpresas y risas. Desde por la mañana en casa de Alberto con sus sobrinos y familia, en casa de Sara con toda su gente y en la ceremonia y celebración los novios estuvieron arropados en todo momento de su gente y ellos no pararon de sonreír y disfrutar de su gran día.
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