Desde un principio, la preboda de Isabel y Fidel iba a ser en Córdoba ya que ellos se conocieron allí y son las calles de la judería de Córdoba, la Mezquita y algunos rincones de esas calles lugares muy especiales para esta pareja. Para un fotógrafo esto es oro puro, unos lugares preciosos y una pareja muy amable, que confía plenamente en mí y que se abren y se dejan llevar para poder hacerle unas fotos se convierte es un experiencia estupenda y placentera para todos. Así fue como pasamos la tarde, paseando por las calles de Córdoba, hablando, riendo y conociéndonos. Con un final especial en el lugar donde se conocieron esta bonita pareja, en “El Automático”.
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