En la boda de Camen y Manu pude visitar el pueblo vecino de Belalcázar donde tanta gente conocida tiene vínculos afectivos que como en este caso han acabado en parejas felices. Siendo un día de verano, no fue de los días más calurosos del año ni micho menos y la amenaza de lluvia estuvo todo el día presente, no obstante el cielo nos dio tregua para poder lucir todo lo que estaba preparado en este día. Gracias a esas nubes y ese día de tormenta la luz de este día fue mágica y nos dejó un atardecer precioso al lado del Castillo de Belelcázar donde paseamos y vimos a esta bonita pareja en todo su esplendor.

La celebración final fue en el Palomar de la Morra en Pozoblanco que acogió a todos los invitados que disfrutaron de un lugar maravilloso llano de rincones preciosos. Todo una fiesta con baile final de invitados y pareja que no dejó indiferente a nadie.