Magnifico día de boda el de Luisa y Carlos, desde el primer momento pasamos un día divertido donde los imprevistos se convirtieron en oportunidades y la buena actitud y la sonrisa ayudaron a que todo fuera genial. Nunca olvidaré la casa donde se quedaba la familia de Carlos, ni ellos tampoco. Una casa muy bien acondicionada pero que parecía algo impersonal en un principio peor que se convirtió en un aliado para captar momentos únicos de risas y complicidad.
Luisa y su familia por su parte también aportaron toda su amabilidad y gentileza para que el día pasara de manera muy agradable tanto para mí como para ellos. La verdad que esta boda me resultó muy fácil de fotografiar ya que los novios son muy agradecidos a la hora de ser fotografiados y me transmitían una tranquilidad y una seguridad que me hizo pasar una agradable jornada. La celebración como siempre muy bien gestionada y acondicionada por el Catering la Espuela de El Cazador que favoreció el disfrute de los novios y de los invitados.
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